
Este año la palabra que concentra toda nuestra actividad educativa y pastoral es: Participación. San José es un ejemplo de que muchas veces la participación puede ser desde la simplicidad, la sencillez y el silencio. Nos enseña que no hace falta hacer mucho espamento para ayudar a los demás.
Llama la atención que no escribió nada, no se tiene referencia que haya dicho algo, simplemente obedeció con gran docilidad. Siempre a la escucha de la voz de Dios, siempre dispuesto a obedecer a Dios, a pesar de que, más de una vez, las cosas que se le mandaban no eran fáciles de aceptar. Que aprendamos el estilo de San José a participar desde el silencio y la humildad, que nuestro ejemplo sea lo que evangelice.